El post de los calzones

En los comentarios del posteo anterior, la DUEÑA DEL PROCESADOR, anteriormente conocida como comepingüinos, me recordó una entrada que hiciera por allá por abril, cuando mi blog se alojaba en las manitas de Bill Gates.

Me puse a leerlo y ¡puchas! que hay que ser bien al lote para que alguien le pase lo que me pasó a mi , en aquella oportunidad.

Ese post me lo traje de recuerdo y está, como todos los que seleccioné del blog que mantenía en Spaces, en mis archivos de mayo.

Sin embargo, como se perfectamente que ninguno de ustedes se va a ir hurgar hasta allá, por más que esté a un puro click de distancia, lo traigo ante sus ojos, como si fuera un posteo actual.

Se me hace que una de whitesnake viene bien estas circunstancias…en un rato más la adjunto.

ME PUSE MAL LOS CALZONES:

Hoy anduve todo el día incómoda. Como para variar me levanté tarde, hice todo demasiado rápido. Tenía que estar en un lugar a las 9:00. Llegué a las 9:15.
Estuve ahí hasta cerca de las 10, sentada en un auditórium. Algo, sin embargo, andaba muy mal. Me sentaba derecha, luego sobre el cachete derecho, después sobre el izquierdo: no había caso.
Volví a mi casa, con la misma extraña sensación.
Me acosté, estaba muerta de sueño y dormí hasta muy tarde, siempre con la alerta constante de la incomodidad.
No crean que uso ésos de abuelita «que los comienzo de lana…» Lo mío son los bikinis. Colaless ni muerta, no pienso andar con una soga metida en el poto. Aunque, si los hubiera usado, esto no me habría pasado.
¿Qué pasaba? Una pierna la metí bien y la otra no. Resultado: En las caderas estaba el lugar de la otra pierna y he ahí la madre del cordero: Tenía los chiteco de costado.
Siempre he escuchado que ponerse los calzones al revés trae suerte ¿me traerá suerte haber sido lo suficientemente despistada como para ponérmelos de lado?